La cirugía es un acontecimiento importante en la vida de cualquier persona y prepararse para ella puede marcar la diferencia en el proceso de recuperación. Para las personas que viven con artritis, la cirugía puede no ser la primera línea de tratamiento, pero puede convertirse en una necesidad cuando otros métodos ya no brindan un alivio adecuado. Los procedimientos quirúrgicos, como los reemplazos o fusiones de articulaciones, tienen como objetivo reducir el dolor, mejorar la movilidad y mejorar la calidad de vida. Sin embargo, la recuperación es tan crítica como la cirugía misma. Prepararse para la vida postoperatoria en casa puede facilitar la transición y promover una curación más rápida.
Conozca a Gaby, una mujer resiliente de 60 años con artritis reumatoide (AR), una afección con la que ha vivido durante décadas. A lo largo de su trayectoria, que incluye múltiples cirugías importantes, Gaby ha recopilado información valiosa sobre cómo prepararse y afrontar la recuperación. Aquí, comparte su historia y las estrategias prácticas que ha desarrollado para gestionar la vida posquirúrgica de forma eficaz.
Comprender la artritis reumatoide y su impacto
La artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune crónica que causa dolor, hinchazón y rigidez en las articulaciones. A diferencia de otras formas de artritis, que pueden ser el resultado del desgaste, la AR se produce porque el sistema inmunológico ataca por error el tejido articular sano, lo que provoca inflamación y daño. Con el tiempo, la AR no tratada puede provocar importantes deformidades articulares y problemas de movilidad.
Para Gaby, a quien diagnosticaron inicialmente en Sudáfrica, el camino para comprender su condición fue largo y lleno de desafíos.
“Tardaron unos siete años en diagnosticarme artritis”, recuerda. “Cuando los médicos entendieron lo que estaba mal, mis articulaciones ya habían sufrido mucho daño. También me sometí a numerosas cirugías y tratamientos exploratorios antes de obtener claridad”.
Vivir con AR significa que las articulaciones de Gaby son impredecibles. "Mis articulaciones se turnan para decidir cuál me dolerá en un día determinado", dice. “En los días malos, puede ser solo un porro. En días realmente malos, pueden inflamarse varias articulaciones”.
A lo largo de los años, Gaby se ha sometido a una variedad de procedimientos quirúrgicos, incluido un reemplazo total de rodilla, un reemplazo completo de codo, un reemplazo de tobillo y una osteotomía de pie. Cada cirugía trajo su propio conjunto de desafíos y lecciones. Entre ellos, la osteotomía del pie resultó especialmente frustrante. “No pude ganar peso durante ocho semanas, lo cual fue increíblemente restrictivo”, recuerda.
Opciones quirúrgicas comunes para pacientes con artritis
Para las personas con artritis, se pueden recomendar varios tipos de cirugía según la gravedad y la ubicación del daño articular. Estos incluyen:
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Cirugía de reemplazo de articulaciones: Reemplazo de componentes articulares dañados con piezas protésicas hechas de metal o plástico.
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Cirugía ocular: técnicas mínimamente invasivas para limpiar los restos de la articulación, como fragmentos de hueso o cartílago sueltos.
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Cirugía de fusión articular: fusión quirúrgica de huesos en una articulación para estabilizarla y reducir el dolor.
La velocidad y el éxito de la recuperación dependen de múltiples factores, como la complejidad del procedimiento, la salud general del paciente y la fuerza de sus músculos y articulaciones circundantes. Si bien los profesionales médicos brindan orientación sobre el cronograma de recuperación esperado, los pacientes desempeñan un papel crucial en la optimización de sus resultados mediante la preparación y la participación activa en el proceso de curación.
La importancia de mantenerse activo antes de la cirugía
La preparación física es un aspecto vital del éxito quirúrgico. Gaby enfatiza el valor de mantenerse activo, incluso cuando se espera la cirugía. "Cuanto más fuerte y en forma esté antes de la cirugía, más rápida y fluida será su recuperación", explica.
Los cirujanos suelen recomendar ejercicios de fortalecimiento muscular prequirúrgicos para reforzar las áreas alrededor de la articulación afectada. Por ejemplo, si se planea una cirugía de una extremidad inferior, trabajar la fuerza de la parte superior del cuerpo puede ayudar a los pacientes a maniobrar con muletas o sillas de ruedas durante la recuperación.
Organizaciones como Versus Arthritis ofrecen recursos como el kit de herramientas "Let's Move for Surgery", que proporciona rutinas de ejercicios guiadas adaptadas a cirugías específicas. Estos programas tienen como objetivo mantener el estado físico general y preparar el cuerpo para las demandas de la curación.
Consejos prácticos de Gaby para la recuperación postoperatoria
A través de sus experiencias, Gaby ha aprendido que una preparación meticulosa puede aliviar muchas de las tensiones asociadas con la vida posoperatoria. A continuación se presentan sus consejos probados y verdaderos:
1. Colaborar con un Fisioterapeuta
"La fisioterapia es un trabajo duro cuando se hace bien, pero vale la pena", dice Gaby. La fisioterapia juega un papel central en la recuperación, ayudando a restaurar la movilidad y la fuerza al tiempo que reduce la rigidez y el dolor.
Gaby aconseja consultar a un fisioterapeuta tanto antes como después de la cirugía. “Un profesional puede guiarte sobre los ejercicios adecuados para preparar tu cuerpo para la cirugía y ayudarte a recuperar fuerzas después”, explica.
2. Optimice el entorno de su hogar
Las limitaciones de movilidad posquirúrgicas pueden dificultar las tareas cotidianas. Gaby sugiere crear un ambiente que promueva la independencia y la facilidad de movimiento.
"Piense en cómo se verá afectada su movilidad y planifique en consecuencia", aconseja. Aquí hay algunos pasos prácticos a considerar:
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Reorganice los elementos esenciales: coloque los artículos de uso frecuente, como platos, tazas o artículos de tocador, al alcance de la mano.
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Ajuste los muebles: cree caminos despejados para muletas o sillas de ruedas reorganizando los muebles.
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Reubicar artículos: mueva temporalmente la ropa y los artículos de tocador a la planta baja si será difícil subir las escaleras.
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Verifique la accesibilidad: asegúrese de poder alcanzar fácilmente los enchufes eléctricos o use cables de extensión si es necesario.
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Ayudas para la instalación: considere asientos de inodoro elevados, barras de apoyo en los baños u otros dispositivos de asistencia que mejoren la seguridad y la comodidad.
Antes de salir del hospital, un terapeuta ocupacional puede evaluar la configuración de su hogar y recomendar modificaciones o equipos adicionales.
3. Plan de cuidado de heridas
El cuidado adecuado de las heridas es esencial para prevenir infecciones y garantizar una cicatrización fluida. Dependiendo de la cirugía, el tratamiento de la herida puede implicar visitas al hospital, la asistencia de una enfermera en el hogar o atención en una clínica local.
"Si su cirujano desaconseja mojar el vendaje, invierta en una funda impermeable diseñada para yesos o vendajes", sugiere Gaby. "Vale la pena practicar con estas fundas antes de la cirugía para acostumbrarse a ellas".
4. Priorizar el cuidado personal
La recuperación de la cirugía no se trata sólo de curación física; el bienestar emocional es igualmente importante. Gaby resalta el valor de los actos de autocuidado, tanto antes como después de la cirugía.
Aquí hay algunos pasos reflexivos de cuidado personal:
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Aseo previo a la cirugía: córtese las uñas y recorte el cabello antes de la cirugía, ya que estas tareas pueden resultar difíciles después.
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Elija ropa cómoda: prepare un guardarropa con ropa suave y holgada que sea fácil de poner y quitar.
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Apoye la salud digestiva: aumente la ingesta de fibra para contrarrestar el estreñimiento causado por los analgésicos y considere la posibilidad de tomar probióticos o yogur para mantener la salud intestinal.
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Apóyese en su sistema de apoyo: háblele a sus familiares y amigos sobre sus sentimientos y necesidades durante la recuperación.
5. Combata el aburrimiento con actividades atractivas
“Una de las partes más difíciles de la recuperación es lidiar con el aburrimiento”, admite Gaby. "Encontrar formas de entretenerse puede levantarle el ánimo e incluso acelerar el proceso de curación".
Gaby sugiere preparar una lista de actividades agradables para tu período de recuperación, como por ejemplo:
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Leer libros o ver en exceso una serie de televisión favorita.
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Unirse a un club de lectura o grupo de discusión en línea.
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Explorar actividades creativas como escribir, pintar o hacer manualidades.
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Inscribirse en cursos en línea para aprender nuevas habilidades.
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Ser voluntario de forma remota para una causa que te apasiona.
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